La creación de prosperidad está muy vinculada a:
- La valoración que tenemos sobre nosotros mismos.
- La valoración que tenemos sobre lo que creemos merecer.
Ambos sentimientos forman parte de lo que aprendimos siendo niños.
Para saber qué nos mantiene alejados de la abundancia y la prosperidad es necesario darse cuenta de nuestras creencias con respecto al dinero.
Algunas creencias típicas son:
- Tengo que trabajar mucho para ganar suficiente dinero.
- Las personas que tienen dinero son egoístas o no son espirituales.
- El dinero no hace la felicidad.
- Hay que pagar un precio muy alto para ser rico.
- Sólo los ricos atraen dinero o dinero llama dinero.
- El dinero me volverá arrogante y materialista.
- No puedo realizarme en lo que me gusta y pretender ganar mucho dinero.
- Los artistas son bohemios y no ganan suficiente dinero con el arte.
- Tengo que trabajar en un empleo que no me llena pero que me paga las facturas…
- El dinero se me escapa de las manos. Nunca hay suficiente.
¿Cuáles son tus creencias sobre el dinero?
Estas son sólo algunas de las creencias limitadoras que nos mantienen alejados de prosperar económicamente.
¿Cuáles son "tus creencias"?
¿Qué escuchabas en tu casa? En mi casa, por ejemplo, siempre escuchamos que el dinero era muy difícil de ganarse y que se tenía que hacer con el sudor de tu frente. Por supuesto que hemos trabajado mucho y se ha ganado muy poco o sólo para irla pasando, además claro, de siempre estar exhaustos por tan grande empresa.
Otro aspecto clave – El Agradecimiento
Otro aspecto importante para sanar nuestra relación con el dinero es ante todo “Agradecer”.
Cuando agradecemos lo que ya tenemos, le estamos diciendo al Universo que reconocemos nuestras bendiciones y abrimos la puerta a más regalos.
Cuando agradecemos lo que ya tenemos, le estamos diciendo al Universo que reconocemos nuestras bendiciones y abrimos la puerta a más regalos.
Cuando pedimos desde la carencia, nos estamos concentrando en lo que no tenemos. Si le decimos al Universo, “estoy cansada de este trabajo aburrido y estúpido”, no estamos conectando con la energía de la abundancia. Por el contrario nos estamos conectando con la escasez.
Sin embargo, si le decimos al Universo, “Agradezco este trabajo porque ha cumplido su misión”, pero ahora me abro a un trabajo que valore mis talentos y aptitudes y que me gratifica también económicamente” En este caso, estamos conectando con la abundancia infinita del Universo, porque sabemos que nos MERECEMOS un trabajo satisfactorio a todos los niveles.
Escribe una lista de agradecimiento
Una manera rápida de conectar con la abundancia del Universo es escribir una lista, todos los días, de 50 cosas que agradeces de tu vida. Hasta las más insignificantes y que las damos por hecho, como: el agua caliente de nuestra ducha, nuestra cama reconfortante y calentita, nuestro abrigo que nos protege del frío, el café que nos tomamos todas las mañanas, el transporte, etc.
¿Te mereces ser Próspero?
Otro aspecto importante para mejorar tu situación económica es creerte merecedor: ¿Te crees merecedor de prosperar económicamente? ¿O no eres lo suficientemente, bueno, lista, etc.. como para merecer la prosperidad que deseas?
Cuando tenemos un trabajo que no nos gusta, que nos pagan mal, o no cobramos lo suficiente por nuestros servicios, en algún lugar de nuestra conciencia, creemos que no valemos lo suficiente como para trabajar o ganar dinero realizando lo que nos apasiona. Es necesario creerse merecedor de vivir la vida que nos gusta y tener abundancia y prosperidad. Algunas actitudes que alejan el dinero y la prosperidad son:
- No creerse merecedor de lo bueno.
- Dudar de tus propias capacidades.
- Tener miedo a los cambios de vida o de trabajo que nos pueden llevar a mejores cosas.
- No agradecer lo que ya tienes.
- No valorarte.
- Ser tacaño/a, no dejando propinas y pidiendo siempre descuentos…
- Envidiar la prosperidad o el éxito de los demás.
- Robarle el respeto, las relaciones y el tiempo a los demás.
- Llevarte cosas del trabajo, clips, plumas, libretas, etc. O hacer tus fotocopias y llamadas personales desde el trabajo.
- Robar toallas, ceniceros, etc. de hoteles, líneas aéreas, o restaurantes, justificando que ellos tienen mucho dinero y se lo pueden permitir.
- Quejarte constantemente de la economía, de los precios, de la escasez, ¿en qué te estás concentrando?
Actitudes que atraen dinero y prosperidad:
- Honrar tu tiempo y tu valía.
- Dar y recibir libremente.
- Abrir tu corazón.
- Esperar siempre lo mejor.
- Actuar con integridad y honestidad.
- Aplaudir el éxito de los demás.
- Tomar las riendas de tu vida.
- Creer en tu abundancia.
- Creer en ti, confiar en ti y amarte como eres.
- Considerarte a ti misma la fuente de toda abundancia.
- Seguir el camino con alegría y amor.
- Expresar gratitud y agradecimiento.
- Pensar en objetivos claros.
- Centrarte en lo que te apasiona y apostar por ello.
- Darte permiso para tener bienes materiales.
- ¡Confiar en tu capacidad de crear abundancia y prosperidad!
Por último te comparto una historia que leí el otro día y que me inspiró profundamente:
Monty Roberts, autor de “El hombre que susurraba a los caballos”, tuvo que escribir un trabajo para su clase del instituto sobre “lo que quería ser cuando fuese mayor”. Monty escribió que quería tener su propio rancho de 80 hectáreas y criar caballos de carrera de pura raza. El profesor le suspendió porque dijo que un chico que vivía en una caravana jamás podría llegar a obtener eso. Monty le respondió: “usted quédese con el suspenso, yo me quedo con mi sueño”.
Actualmente, Monty vive en su granja de 62 hectáreas en California, cría caballos de raza y forma a cientos de domadores de caballos para que los entrenamientos sean más humanos.
Por encima de todo, no creas en los “robasueños”, en aquellos que tienen ua visión de la vida derrotista, negativa o falta de autoestima y cree en ti, en tu capacidad de crear la vida que deseas y te mereces: ¡una vida llena de prosperidad y abundancia!
Si quieres profundizar en el tema, consúltanos. En tu camino hacia el éxito, déjate acompañar por Sombra, Personal Coaching.