La fatiga es una falta de energía, cansancio, somnolencia y sobretodo una falta de motivación para vivir el nuevo día. Es el resultado de un estrés físico exagerado, el cual con un buen descanso se puede resolver, o también puede ser causada por un estrés emocional fuerte y constante que no ha sido atendido. Muchas veces se puede llegar a una pérdida de significado acerca de lo que se hace. Es dejarse abatir por problemas no resueltos en vez de resolverlos y por supuesto por hacer caso omiso del síntoma, que puede surgir como causa de alguna enfermedad no atendida como puede ser anemia, problema de presión arterial, diabetes, anorexia, alergias, etc. así que es muy recomendable acudir al médico al primer síntoma.
Los síntomas más comunes son: depresión, nerviosismo, angustia, melancolía, irritabilidad, pérdida de apetito, crisis nerviosas, insomnio, dolor de cabeza, mala memoria, pérdida de la fuerza física y contracción de músculos fatigados. Todo esto se debe a un constante flujo de adrenalina y cortisol en la sangre que ocasionan estas reacciones corporales y que tiene que ser controlado.
En Programación Neurolingüística existe un postulado que nos dice: todo síntoma es una comunicación. Esto quiere decir que el cuerpo siempre nos está indicando lo que tiene que ser atendido pues de alguna manera se está rompiendo la armonía por excesos y lo estamos resintiendo físicamente. El síntoma es un foco rojo que hay que atender antes de que se llegue como en este caso, a un estado de fatiga crónica, o de enfermedad seria.
Por desgracia no estamos acostumbrados a ver los síntomas como una comunicación, sino que los tomamos como algo negativo. El problema aquí es que estamos dirigiendo nuestra energía hacia lo que nos molesta, acrecentando el poder del síntoma, sin tratar de averiguar qué puede significar. Nos enfocamos en el efecto y no en la causa. Obviamente esto no nos va a ayudar. Si nos damos cuenta que la fatiga es una comunicación de nuestro cuerpo que nos dice: “resuelve lo que tengas que resolver y date cuenta de lo que está pasando”, deberíamos de estar agradecidos por ello, pues sólo nosotros somos los que lo podemos resolver, ya que la vida es individual y las decisiones personales, y en este caso, no hemos podido manejar el exterior a través de nuestras emociones y nuestras acciones y hemos caído en un laberinto del cual tenemos que encontrar la salida para recuperar nuestra armonía física y mental.
La Programación Neurolingüística nos enseña a sentir y escuchar a nuestro cuerpo para así poder atender cualquier síntoma y retomar nuestra salud y armonía tanto física como mental. Si nosotros entendemos que de alguna manera nos hemos permitido llegar a este punto, también podemos entender que somos capaces de remediar este síntoma dando atención a las causas que lo provocaron. Esto se llama responsabilizarme de mi salud. La palabra responsabilidad significa habilidad para responder ante algo a lo que me comprometo o ante algo que me está sucediendo.
Para llevar a cabo este proceso, la Programación Neurolingüística establece que cuerpo y mente son un solo sistema relacionado entre sí, y por lo tanto, lo que sucede en la mente se manifiesta en el cuerpo, y lo que se está manifestando en el cuerpo tiene que ver con lo que sucede en la mente. Así que una de las herramientas más efectivas dentro de esta corriente, es la de darme cuenta de qué me estoy diciendo ante los problemas y el síntoma que es consecuencia de ellos. ¿Estoy hablando de soluciones y de lo que sí realmente quiero, o de lo que no quiero y de sus problemas? ¿Qué tanto me veo en un hoyo negro o surgiendo de él y solucionando mi vida? ¿Para qué me sirve esta fatiga? ¿Para qué quiero sentirme bien?
Uno de los mayores síntomas dentro de la fatiga es la desmotivación, y por lo tanto, el preguntarnos sobre el sentido de nuestras actividades es de gran ayuda para volver a retomarlas con energía ¿para qué hago lo que hago? ¿Cuál es el sentido de mis actividades diarias? ¿En qué me benefician a mí y a los que me rodean? ¿Hay algo más que me gustaría hacer y para qué? Con esta serie de cuestionamientos llegaremos, otra vez a retomar el o los objetivos de nuestra vida y nos visualizaremos, no enfermos y fatigados sino en el desempeño de éstos, al encontrarles nuevamente un sentido. Un proceso de mucho éxito es, justo antes de dormirnos, visualizarnos realizando nuestro objetivo y viendo todos los beneficios que podemos obtener al lograrlo. Después tomar tres respiraciones profundas y disponernos a dormir. De esta manera, nuestro inconsciente irá trabajando en esta idea durante la noche, y al levantarnos nuestro consciente también seguirá trabajando en ello. Hay que comenzar este proceso para que se inicie esta programación en nuestra mente las 24 horas. Esto ayudará a tener siempre viva la motivación, ya que un pensamiento adecuado, estimula las neuronas y genera la energía adecuada para que el objetivo se lleve a cabo, pues todo pensamiento está formado por energía, como todo lo que existe en el Universo. Tenemos el poder de cambiar nuestros pensamientos y al hacerlo, cambiar nuestras vidas.
Por lo tanto, la Programación Neurolingüística propone atacar el problema en sus dos vertientes: el efecto, buscando la atención médica para reparar el daño físico causado por la fatiga y la causa, que es un problema de falta de armonía mental, a través de poner en práctica sus técnicas. Trabajando de una manera integral, y al asumir un rol activo con nuestra salud, la fatiga es mucho más fácil de erradicarla a tiempo.
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