Páginas

jueves, 1 de marzo de 2012

Qué es el Estrés por Claudia López Vargas



El ritmo agobiante de vida en la sociedad actual tiene sus consecuencias no muy gratas, una de ellas es el estrés. Ese mal contemporáneo ahora es tan común, que incluso se usa para referirse a temas que no tienen mucho que ver con él.
El origen y descubrimiento del estrés
En 1930, un joven austriaco de 20 años llamado Hans Selye, entonces estudiante de medicina en Praga, se dio cuenta de que los enfermos que observaba y que presentaban diversos males, tenían problemas en común, tales como: cansancio, pérdida de apetito, descenso en su peso y otros estragos. Esto llamó la atención al estudioso y observador joven, quien lo denominó “Síndrome de estar enfermo”.
Selye se graduó y realizó un doctorado en química orgánica. Posteriormente una beca de la Fundación Rockefeller lo llevó a la Universidad John Hopkins en Baltimore, Estados Unidos, para realizar un post doctorado, cuya segunda mitad la realizó en Canadá, donde desarrolló sus experimentos de ejercicios extenuantes con ratas de laboratorio que comprobaron la elevación de las hormonas suprarrenales, es decir la adrenalina y noradrenalina, la atrofia del sistema linfático y la presencia de úlceras gástricas. A todo el conjunto de estos desordenes orgánicos, el doctor Selye llamó “estrés biológico”.
Ante estos resultados consideró que varios males como los cardiacos, hipertensión y trastornos emocionales, eran el resultado de cambios fisiológicos originados por un prolongado estrés en los sistemas mencionados.
La continuidad de sus estudios con los ratones le confirmó que no solamente los agentes físicos producen estrés, sino que, en el caso de personas, las exigencias de carácter social y los riesgos del medio ambiente que requieren de cierta capacidad de adaptación y resistencia física y mental provocan el denominado estrés.
Hace más de medio siglo que fue denominado como “la respuesta no específica del organismo a cualquier demanda del exterior”.

Cómo identificar el estrés
Se manifiesta generalmente como resultado de las frustraciones originadas por necesidades insatisfechas, o como respuesta a situaciones que no necesariamente son adversas como circunstancias alegres o benéficas, situaciones que provoquen un cambio en la vida, sin importar si es negativo o positivo, real o imaginario.
Se manifiesta de múltiples maneras, que van desde sudores, taquicardia, escalofríos, mareos, dolores de cabeza, alteraciones del sueño o del apetito y gastrointestinales, presión sanguínea alta, desgano, irritabilidad, apatía y perdida del interés sexual, ansiedad, temores y fobias.
Algunos analistas afirman que el estrés es un factor importante en la formación de la personalidad del individuo, pero cuando no puede ser controlado, inician los problemas. La vida actual nos somete a constantes presiones que sin darnos cuenta nos provocan diversos grados de estrés.
Aunque no to`os los organismos reaccionan de igual manera ante el estímulo que provoca el estrés, algunos lo resentirán inmediatamente y otros tienen cierta resistencia que soportará la carga negativa, pero todo tiene un límite y la resistencia cede y termina por desencadenar una crisis.

Cómo contrarrestar los efectos del estrés
Ante los primeros embates de la afectación, se reckmienda que las personas eliminen determinadas sustancias ingeribles o inhalables que alteran el funcionamiento del organismo, como la cafeína, contenida en el té negro, el café, refrescos de cola y chocolate. También otras ricas en azúcares, como la miel, frutas y leche, entre otras. Y otras que de entrada son nocivas para el organismo como el tabaco, todo tipo de bebidas alcohólicas, además de drogas fuertes.
Además se deben de evitar circunstancias que provoquen el fluido intenso de adrenalina, como deportes extremos, apuestas riesgosas, adicción al trabajo o a las compras, entre otras actividades que estimularían una crisis de estrés.
Esta medida disminuye parcial o totalmente de manera sólo temporal, algunos de los síntomas relacionados con el estrés.
Hablando del estrés crónico, diremos que se le relaciona con los trastornos de ansiedad, y que es una reacción normal frente a diversas situaciones complicadas de la vida, el problema es cuando se presenta en forma excesiva constituye una enfermedad, que evidentemente alterará la vida del enfermo y deberá ser atendido por un especialista lo más pronto posible para así poder contrarrestarlos efectos adversos que provocan cambios en la calidad de vida del paciente.
Si quieres profundizar en el tema, consúltanos. En tu camino hacia el éxito, déjate acompañar por Sombra, Personal Coaching.

martes, 28 de febrero de 2012

Autoestima por Claudia López Vargas


La persona con la que más convives durante toda tu vida eres tú. Nuestra más importante relación es con nosotros mismos, y la convivencia con nosotros mismos es la relación a la que menos tiempo y esfuerzo dedicamos. La que menos solemos tomar en serio y la más importante de todas las áreas de nuestra vida. La Autoestima es una de las dimensiones psicológicas más cruciales en la existencia humana.
En general se suele llamar Autoestima a una actitud o a una emoción que tenemos frente a nosotros mismos. En realidad, técnicamente, la Autoestima es una respuesta emocional particular al hecho de realizar un juicio de valor sobre todo lo que consideramos nuestra persona. Se refiere al grado de valor que nos asignamos. Normalmente, se confunden los términos Autoimagen, Autoconcepto, Identidad y Confianza en uno Mismo como si fueran todos lo mismo y como si todos fueran sustituibles por la palabra Autoestima.
Todos estos aspectos psicológicos de la percepción de uno mismo son tan cercanos y están tan relacionados, que parecen funcionar y ser la misma cosa. No lo son, pero para el propósito de éste artículo no es necesario que expliquemos cada uno, solamente diremos que es más correcto decir que todos estos aspectos forman una actitud ante sí mismo.
Las respuestas emocionales como la tristeza y el enojo (con sus respectivas respuestas compulsivas y problemáticas, la violencia impulsiva y la depresión), así como muchas otras actitudes que son causa de conflicto humano y de insatisfacción personal, son reguladas por el nivel de Autoestima y de seguridad personal (o Autoconfianza).
Si me siento bien conmigo mismo, si me siento valioso e importante, si me siento capaz, mi manera de enfrentar todo en la vida es mucho más madura y adecuada. No me ofendo fácilmente. No me siento inseguro, con miedos o amenazado por los demás o por la vida. No tengo la necesidad de quedarme en una relación en la que me humillan o maltratan por sentir, que por lo menos, alguien me quiere y tengo poco miedo de la soledad. No vivo mi trabajo como una preocupación desproporcionada, me siento seguro de lo que puedo lograr y a la vez no me engaño, puedo aceptar mis limitaciones porque no me siento menos valioso por tenerlas.
En fin, la actitud ante uno mismo es, como podemos ver, la pieza fundamental para enfrentar y vivir las relaciones, los problemas y la existencia en general de manera madura, productiva y sobre todo satisfactoria. Es el factor central de la sensación de plenitud con la propia vida.
En realidad es posible decir que todos, absolutamente todos los conflictos de un ser humano encuentran una buena parte de su solución en el trabajo de Autoestima (usando el término en ese sentido general). De la misma manera, todos los temas de desarrollo humano o desarrollo personal o superación personal están relacionados con el desarrollo de la Autoestima, la confianza personal y una sana actitud ante uno mismo.
La actitud ante uno mismo (y por tanto la Autoestima) se va formando desde los primeros meses de vida. La manera en que nuestro ambiente nos trata y nos define, las relaciones que tenemos de pequeños con nuestros familiares y amigos así como el tipo de ideas y valores que recibimos en nuestra educación de parte de todos los que nos rodean, van formando la manera en que nos vemos a nosotros mismos y cómo nos valoramos. Obviamente, este es un proceso complejo y largo de describir, pero sobresale el hecho de que el tipo de emociones que vivimos en nuestras relaciones más importantes, así como el tipo de “etiquetas” que aprendemos a ponernos a nosotros mismos, son de especial impacto en la formación y desarrollo de nuestra Autoestima.
Por ejemplo, si vivimos una relación fría o distante con alguno o ambos de nuestros padres por lo general no desarrollamos una sensación de importancia y valía profunda. De la misma forma, si en nuestro ambiente hay una serie de etiquetas que los demás nos enseñan a poner en nuestra persona, esas descripciones y las emociones que implican quedan asociadas a nuestra sensación de valía. Si nos consideran tontos o feos no desarrollamos la misma sensación que si nos consideran capaces o agradables.
La autoestima crece o decrece de acuerdo con las situaciones de la vida. Es una característica que se va desarrollando y es modificable, aunque muchos de nosotros no lo sepamos. De hecho, si tuviéramos más educación y conocimiento al respecto, nuestra vida tendría muchas más satisfacciones. Pero esto no es así, es más, es al contrario. La mayoría de la gente cree que el trabajo de Autoestima es sólo importante para las personas inseguras o con miedos sociales. No saben, no se dan cuenta, de que el trabajo de Autoestima es un camino de desarrollo personal que transforma la vida. Y claro que es útil para quienes tienen un nivel alto de inseguridad, pero es igual de importante y de útil para todos los demás. No se diga para quienes tienen problemas de impulsividad o problemas de pareja o dificultades en las relaciones familiares, o problemas de adicciones. El trabajo de Autoestima o mejor dicho de actitud ante uno mismo, es indispensable para todo ser humano. Es de hecho la base del verdadero conocimiento de quiénes somos y la vía para un desarrollo pleno de todas nuestras potencialidades, incluida nuestra espiritualidad.
Hay quienes creen tener una excelente autoestima y lo que en realidad tienen es un excelente mecanismo de defensa para no sentir su baja autoestima y lo llegan a convertir en una armadura ante la vida y sus circunstancias, y en lugar de ser más maduros y sentirse bien en la vida, están más presionados por mantener firme su armadura. Desarrollar una buena autoestima no es cosa de juego, ni tan simple como algunas frases suelen sugerir: “quiérete a ti mismo”… bueno, sí, pero ¿cómo?, no es nada más así, por lo menos no para quien tiene una estructura de emociones y pensamientos que no le permiten tener una buena autoestima.
En este punto parece importante reflexionar que la mayoría de nosotros no sabemos realmente cómo se desarrolla la Autoestima y la seguridad personal. No sabemos cómo se logra el carisma, la alegría y la seguridad que genera un desarrollo sano de la actitud ante uno mismo. Tan es así que inclusive algunos cursos de desarrollo personal o libros de autosuperación pueden llegar a generar más frustración que beneficios en una persona. Por ejemplo, cuando te hacen sentir un mediocre y fracasado por no lograr seguir los lineamientos que sus autores manejan, aunque esos valores y lineamientos sean reales y buenos para los autores y los digan con buena intención, puede ser que no apliquen y no sean adecuados para todas las personas. Es por eso que es muy importante aprender una serie de temas sobre la actitud ante uno mismo cuando queremos crecer en Autoestima. Es importante un programa de trabajo de autoestima serio y comprobado.
En el fondo, el ser humano tiene la capacidad de poseer la sensación más plena y gratificante imaginable, que es en realidad la expresión de un crecimiento bien llevado de esa cualidad emocional tan crucial que llamamos Autoestima. Esta implica mejores relaciones sociales y laborales (más oportunidades de trabajo, más desarrollo económico inclusive), mejores relaciones familiares, de pareja, más armonía y sobre todo más plenitud en la vivencia de uno mismo y por tanto, felicidad. En su expresión más científica o más espiritual es un hecho que el trabajo de Autoestima es una de las llaves hacia la estabilidad emocional, económica y afectiva. Es uno de los temas más ignorados y más necesitados.
Si quieres profundizar en el tema, consúltanos. En tu camino hacia el éxito, déjate acompañar por Sombra, Personal Coaching.

lunes, 27 de febrero de 2012

Cómo Vestir en una Entrevista de Trabajo por Claudia López Vargas


Ir bien vestido a la entrevista de trabajo es fundamental. La imagen dice mucho de ti, así que cuando te presentes en una entrevista, ten en cuenta la imagen de la empresa y arréglate conforme a ella.
Vestirse bien no significa, necesariamente, ir siempre de traje. El truco está en mostrarse tal como se es, pero procurando transmitir una imagen profesional y fiable. A continuación unos pequeños consejos:
Ø Por norma general, son mejores los colores conservadores en algún tono azul o gris. Usar un color negro puede resultar demasiado serio. Si lo usas, asegúrate de llevar otro color cerca de tu cara para suavizar la imagen.
Ø Es preferible usar camisas que camisetas. Si la situación lo requiere, lleva corbata.
Ø No uses sandalias, chanclas o calzado por el estilo. Es demasiado informal.
Ø Si usas traje, comprueba que te quede bien. Ni demasiado holgado, ni demasiado estrecho. Intenta llevar trajes a la moda.
Ø No conviene usar pantalones de pescador ni piratas. Tampoco calentadores en las piernas.
Ø Si eres mujer, no te pintes las uñas con colores chillones ni estrambóticos. Mantén las uñas cuidadas y limpias.
Ø Evita cargarte de joyería innecesaria: no uses más de dos anillos en cada mano o un pendiente por oreja.
Ø Si optas por llevar las piernas desnudas, usa medias, aunque haga calor. Las medias pueden ser de color neutral, o de algún color que combine con tus zapatos.
Ø Vigila los complementos. Es mejor usar bolsos discretos y con estilo, que impresos o demasiado modernistas.
Ø Evita las cazadoras de cuero (chamarras), son demasiado deportivas.
Ø Cambia la apariencia de tu forma de vestir en una segunda entrevista, cambiando el color de tu blusa, camisa, o corbata.
Ø Una entrevista no es el lugar adecuado para presumir que estás a la moda, aunque si te dedicas a alguna carrera relacionada al arte, puedes ser un poco más apropiado.
Ø En cualquier caso, lo que te pongas debe destacar el hecho de que eres un profesional, una persona fiable y confiada, lista para trabajar en un nuevo trabajo. Deja que te guíe tu sentido común.
Si quieres profundizar en el tema, consúltanos. En tu camino hacia el éxito, déjate acompañar por Sombra, Personal Coaching.