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jueves, 9 de febrero de 2012

Superando la Culpa por Claudia López Vargas


¿Te sientes culpable por algo?, ¿Has intentado alguna vez superar ese sentimiento?, ¿Pudiste lograrlo?, ¿Sabes por qué?. La culpa es uno de los sentimientos que nuestro ego emplea para condicionarnos, aunque originalmente una creación nuestra, el ego, a medida que vamos otorgándole más y más poder, adquiere lo que podríamos llamar por simplificar cierto grado de autonomía.
Nuestras formaciones mentales, nuestros paradigmas, hábitos y pensamientos matizan nuestra percepción la realidad, y es desde estos que podemos percibir, clara o distorsionadamente, el papel que desempeñamos en nuestro medio. Es aquí donde el sentimiento de culpa juega un papel importante en la forma como nos relacionamos con las demás personas.
¿Cómo?, seguramente te preguntarás, ¿puede el sentimiento de culpa tener un papel importante en nuestras relaciones?, simplemente porque se lo permitimos, sí, es algo que hacemos conscientemente, aunque tal vez engañados. ¿Confuso?, en realidad es muy sencillo una vez que se comprende el mecanismo que emplea el ego para darle relevancia a la culpa.
Difícilmente una persona en su sano juicio le daría importancia a un sentimiento que no le beneficia como lo es la culpa, pero y ¿si pensara que no es culpa sino responsabilidad, o importancia? ¿Qué sucede entonces?, el ego rara vez muestra la culpa como tal, trata de disfrazarla haciéndonos sentir importantes o responsables por realizar ciertas acciones, de esta manera la hace parecer importante y nos convence de aceptarla.
Veamos ahora dos de las formas más comunes como el ego disfraza la culpa para engañarnos:
La Culpa disfrazada de Importancia
¿Has conocido alguna vez a una de esas personas que siempre te buscan exclusivamente para que escuches sus quejas, su exposición de cómo la vida le ha convertido en un mártir, y lo imposible que le resulta superar esas situaciones? ¿Le escuchas?, ¿alguna vez le has dicho que no le puedes escuchar?, ¿sabes por qué?
Comprender ésto es sencillo al analizar cómo te sientes al final de ese intercambio, ¿lo has notado?, muy probablemente sientes que la experiencia te agotó, y ¿la otra persona?, muy probablemente se va dándote las gracias porque se siente mejor después de hablar contigo. ¿Cómo te hace sentir esto último?
Tu respuesta a la anterior pregunta es clave para comprender cómo funciona la culpa cuando se disfraza de importancia. Aunque el compartir de esa manera con una persona te agote, si eliges pensar que él o ella no tiene a nadie más que le escuche puede que te sientas culpable sólo de pensar en dejar de escucharle.
Para justificar el continuar escuchando a esta persona, aun a pesar de resultarte desfavorable, eliges sentirte importante por ser la única persona que le hace sentirse bien cuando escuchas su repetitiva narrativa. Te sientes importante porque eliges pensar que la otra persona te necesita.
Al permitir que lo anterior suceda, le permites a la culpa controlar tus acciones. ¿Es ésto lo que quieres?, por supuesto que no, los seres humanos somos libres, y por eso deberíamos siempre sentirnos libres de actuar sin condicionamientos, pero ¿cómo lograrlo?
Es muy sencillo, simplemente detente por un momento y pregúntate ¿estoy creando las condiciones de vida que esa persona experimenta?, ¿eres responsable por él o ella?, ¿te sientes como un paño de lagrimas?, ¿está esa persona interesada en ayudarse a sí misma? ó ¿simplemente te utiliza para mantener su rol de victima?, ¿eres a quien él o ella necesita o cualquiera dispuesto a escuchar le serviría? y ¿quiere esa persona realmente organizar su vida?, o ¿de alguna manera "disfruta" las situaciones de las cuales no quiere salir?
Responde a las anteriores preguntas lo más sinceramente posible, las respuestas que obtengas te permitirán comprender mucho mejor la situación.
Toma en consideración que en vez de ayudarle podrías estar interfiriendo. Sí, interfiriendo, tal vez al escuchar a esa persona estarías privándole de la oportunidad de crecer. El permitirle seguir su camino podría darte la oportunidad también de liberar tu necesidad de sentirte importante y necesitado.
La culpa podría hacerte sentir la necesidad de mantenerte en esta situación, si experimentas ésto reflexiona sobre lo siguiente: "El permitirle a la otra persona vivir su vida, a la vez te permite vivir la tuya". ¿Hay alguien que no encuentre ésto deseable?
En este punto cabe considerar si es necesario sentirse culpable cuando ocasionalmente le dices que no a una persona, ¿tú qué crees? ¿Es necesario sentirse culpable por ser incapaz de dar más allá de tu capacidad?, aunque es deseable siempre compartir libremente de forma amorosa, es importante recordar que nadie puede dar lo que no tiene, y si tú das lo mejor de ti mismo y lo haces de corazón, entonces no hay lugar para la culpa.
El sentirte responsable por todo aquel que se cruza en tu camino podría darte un falso sentido de importancia, podría hacerte sentir necesitado, pero a la vez la culpa empleando esos disfraces podría atraparte. Liberarte de esa culpa les permitiría a los demás asumir su propia responsabilidad, y la vez te permitiría ocuparte de tu propia vida.
Mañana publicaremos “La culpa disfrazada de responsabilidad”, no te lo pierdas.
Si quieres profundizar en el tema, consúltanos. En tu camino hacia el éxito, déjate acompañar por Sombra, Personal Coaching.

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