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miércoles, 14 de marzo de 2012

10 Claves de la Felicidad parte 2 por Claudia López Vargas


Seguimos con el tema de la felicidad, recuerda que es importante ejercerla todos los días la mayor cantidad de veces posible. No esperes a que venga a ti ni la pospongas para un mejor momento, créala, propíciala, vívela hoy.


6- Amistad

Es difícil imaginar una existencia más dura que vivir en las calles de Calcuta, en uno de sus barrios bajos o ejercer allí la prostitución. Pero, a pesar de la miseria, la gente que vive en esas condiciones es más feliz de lo que uno creería.
Diener entrevistó a 83 personas de esos tres grupos y midió su satisfacción con la vida usando una escala en la que un 2 indicaba grado neutro. El promedio general fue de 1.93, no muy alto, pero significativo si se compara con el que obtuvo un grupo testigo de estudiantes de clase media, que fue de 2.43. De los tres grupos los habitantes de los barrios bajos eran los más felices, con un promedio de 2.23, similar al de los estudiantes.
"Creemos que, en parte, la explicación son las relaciones sociales", dice Diener. Los tres grupos del estudio dijeron estar muy satisfechos en aspectos como la familia (2.5) y los amigos (2.4). Dada la importancia que tiene la familia extendida en la cultura de la India, la satisfacción de los habitantes de los barrios bajos, al parecer, se deriva de que están en condiciones de sacar provecho del apoyo social.

7- Matrimonio

Según una revisión de informes de 42 países llevada a cabo por unos investigadores estadounidenses, las personas casadas suelen ser más felices que las solteras. La diferencia es pequeña, pero plantea una duda interesante: ¿el matrimonio lo hace a uno feliz, o simplemente la gente feliz tiene mayor disposición a casarse?
Las dos cosas pueden ser ciertas. En un estudio de 15 años realizado con más de 30,000 alemanes, Diener y sus colegas observaron que la gente feliz tendía más a casarse y a permanecer casada. Sin embargo, cualquiera puede mejorar su estado de ánimo casándose. El efecto comienza alrededor de un año antes de la boda y dura cuando menos otro año. En el caso de muchas personas, su grado de satisfacción vuelve entonces al nivel original, pero al decir de los investigadores, esto no significa que un buen matrimonio no pueda tener un efecto positivo permanente. Asimismo, la gente que al principio es menos feliz suele sentirse más animada con el matrimonio.
Los estudios indican que la unión libre no brinda los mismos beneficios. "Sospecho que a las parejas que viven en unión libre les falta la seguridad que da el acta matrimonial, y por eso no se sienten tan felices", dice Andrew Oswald, "sabemos, por todos los datos con que contamos, que la inseguridad es nociva para los seres humanos".

8- Fé

De las docenas de estudios que se han realizado sobre religión y felicidad, la gran mayoría han encontrado una relación positiva entre ambas. Creer en que existe una vida después de la muerte le da sentido y consuelo a muchas personas, además de paliar el sentimiento de estar solas en el mundo, sobre todo al envejecer, explica Harold Koenig, del Centro Médico de la Universidad Duke. "Esto se hace patente en situaciones difíciles. Las creencias religiosas pueden ser un arma muy poderosa para enfrentar la adversidad".
Además, la religión fomenta la interacción y el apoyo sociales. Sin embargo, Koenig considera que no se trata sólo de recibir. "Los estudios muestran que quienes ayudan a los demás se sienten bien consigo mismos, e incluso viven más", dice. Esto, afirman los investigadores, hace que la práctica religiosa sea una fuente de mayor satisfacción que otras actividades sociales.

9- Caridad

Diversos estudios han encontrado una relación entre la felicidad y el altruismo, pero como ocurre con muchos otros rasgos de conducta, no se sabe con certeza si ser caritativos nos hace sentir bien, o si la gente feliz tiende a ser más generosa.
James Konow, economista de la Universidad Loyola Marymount, en Los Ángeles, trató de determinar la causa y el efecto con un experimento. Pidió a unos estudiantes que contestaran un cuestionario, y hacia el final de la sesión les dio 10 dólares a la mitad y les dijo que podían compartirlos con los que no habían recibido nada. Konow observó que cuanto más felices eran los estudiantes en general, más tendían a compartir el dinero. Sin embargo, haber estado de buen humor el día de la prueba no los hizo más generosos, y los que compartieron el dinero no mostraron un aumento inmediato de felicidad. De hecho, al final estaban un poco menos contentos.
Con todo, los que compartieron el dinero tendían a presentar los rasgos de personalidad de quienes buscan realizarse plenamente; es decir, ser mejores como individuos. Konow cree que un acto aislado de generosidad no aumenta la felicidad de las personas, pero sí los efectos acumulativos de ser generoso.

10- Edad

La vejez quizá no sea tan mala. "Con todos los problemas que acarrea el envejecimiento, ¿cómo es posible que la gente mayor se sienta feliz?", pregunta Laura Carstensen, profesora de psicología de la Universidad Stanford, en California.
En un estudio, la psicóloga les dio radiolocalizadores a 184 personas de entre 19 y 94 años, y se comunicó con ellas cinco veces al día durante una semana; en cada ocasión les pidió que llenaran un cuestionario sobre sus emociones. Los mayores informaron de emociones positivas casi tanto como los jóvenes, pero menos emociones negativas.
¿Por qué los viejos son más felices? Algunos científicos creen que es porque esperan que la vida sea más dura y aprenden a sobrellevarla, o porque son más realistas y sólo se trazan metas que están a su alcance. Pero Carstensen cree que, conforme se le va agotando el tiempo, la gente mayor aprende a concentrarse en lo que la hace feliz y a soslayar lo que no.
"No sólo se dan cuenta de lo que tienen, sino de que no es eterno", dice. "Cuando se tienen 85 años, por ejemplo, despedir con un beso al esposo puede generar una respuesta emocional mucho más compleja que el mismo beso a los 20 años".
Recuerda que nadie puede ser feliz por ti, sólo tú tienes la oportunidad de ver esas pequeñas cosas que te rodean, apreciarlas y ser feliz. La vida está hecha de instantes y momentos, no vivamos postergando nuestra felicidad ni vivamos desplazándola con tal de seguir estando en frustración o enojo continuo con nosotros mismos y con la vida. Aprecia y valora lo que tienes, lucha por conservarlo y deja que la vida te siga obsequiando sonrisas y buenos momentos.
Si quieres profundizar en el tema, consúltanos. En tu camino hacia el éxito, déjate acompañar por Sombra, Personal Coaching.

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