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jueves, 19 de febrero de 2015

Todo equipo necesita un líder, por Claudia López Vargas



Ser un jefe no es lo mismo que ser un líder, así como trabajar en equipo no es la simple suma de aportaciones individuales.

La realidad grupal que vivimos es tan fuerte que nos sumergimos en ella sin siquiera ser conscientes de ello.  Si observas cualquier día de tu vida puedes observar como la mayoría de las tareas que realizas son en base a interacciones de grupo en el trabajo, con los amigos, en familia y es muy interesante observar cómo nos vanagloriamos de hacer trabajo en equipo y de lo importante que es esto cuando en la mayoría de las ocasiones ni siquiera sabemos cómo desarrollarlo y llevarlo a cabo.

La suma de las partes no siempre implica sumar dos más dos, así como el trabajo en equipo jamás ha sido sinónimo de la recopilación de muchos trabajos individuales y esperar con esto un resultado en común. Warren Bennis, experto en liderazgo y administración de negocios, aseveró en su libro “Convertirse en líder” que ninguno de nosotros es más inteligente que todos nosotros, dándonos así la pauta para juntar habilidades y capacidades de un grupo enfocadas hacia un mismo objetivo.  Jamás, de forma individual, podremos mantener un liderazgo firme y direccionado al bien común si no tomamos en cuenta a “todos los demás” de nuestro equipo de trabajo.  La suma de ideas y el consenso de voluntades es la materia prima con la que trabaja un líder, guiando así a los que lo rodean a alcanzar el éxito que se plantearon en un inicio.

Además, el trabajo en equipo conlleva muchas más ventajas como:

Ø  más y mejores ideas.
Ø  compensación de puntos débiles y fuertes. 
Ø  riqueza en las relaciones sociales. 
Ø  mayor sentido de seguridad y protección. 
Ø  mayor compromiso con las tareas y metas planteadas.
Ø  mayor sentimiento de identificación.
Ø  mayor bienestar.
Ø  más y mejor productividad.

Y es aquí en donde la figura del líder cobra vital importancia. El liderazgo, como el trabajo en equipo, está tan inmerso en nuestra vida diaria que no somos conscientes de lo presente que está. El líder es el encargado de guiar, motivar, y saber sacar lo mejor de cada una de las personas que trabaja en su equipo con el fin de obtener un resultado óptimo.

Un líder no se encuentra sólo en las empresas, un líder es aquél que sabe gestionar y tratar a las personas de manera que den lo mejor de sí; es el encargado de que cada día los integrantes de su equipo quieran ser mejores en su trabajo, o mejores en su vida diaria, o mejores en todo.
Un líder escucha y opina, pero también hará todo lo que esté en su mano por el bien común; precisamente esa es la importancia del liderazgo y el trabajo en equipo: crear armonía entre los componentes de un equipo en donde todos saben qué hacer y cómo llevarlo a su máxima expresión.

Muy poca gente recordará los nombres de todos los integrantes de un ejército, pero todos recordaremos a aquellos que los llevaron a la victoria aún en las peores condiciones.

5 características clave de un buen líder:

1. Marca la diferencia 
Ten en cuenta que los líderes toman decisiones cuya repercusión tiene un gran alcance. Inculca valores y principios que van mucho más allá de su propio punto de vista de líder, abre su horizonte sabiendo que puede marcar las vidas de sus allegados y que, muchas veces, esta experiencia pasará a personas que el líder ni siquiera conoce marcando muchas más vidas que sólo las de las personas que formaron parte de su equipo o de sus allegados.

2. Fomenta el cambio 
La gran constante en la vida es el cambio y la adaptación a éste se convierte en una de las experiencias más difíciles de asimilar. Un líder eficaz abrazará el desafío y lo tomará como una oportunidad para mejorar y crecer. Cambiar es positivo y constructivo, y ese es el mensaje que el buen líder ha de fomentar entre su grupo.

3. Potencia lo mejor de cada uno 
Los líderes tienen la capacidad de motivar y promover la grandeza en otros. Un buen líder conoce los puntos fuertes de cada uno de su equipo y potencia lo mejor de cada uno de ellos. Los buenos líderes reconocen las destrezas de cada persona de su equipo y promueve lo mejor de todos ellos, desafiando a sus miembros a ir más allá de lo que ellos creen que son capaces de alcanzar.

4. Aumenta el rendimiento 
Con la capacidad de hacer brillar lo mejor de cada persona del grupo, el líder tiene la capacidad de aumentar el rendimiento global de toda su organización,  haciéndolo, además, de una manera satisfactoria para sus colaboradores. No siempre las decisiones de los líderes son populares entre la organización, pero un buen liderazgo no significa escoger la decisión más popular, sino la más necesaria teniendo en cuenta a todas las partes involucradas.

5. Ayuda a los demás 
Un buen líder no sólo promueve el cambio y la mejora en sus colaboradores con fines laborales, un buen líder dedica la mayor parte de su tiempo y energía en ayudar a los miembros de su equipo a tener más éxito, a desempeñar mejor su función, a dar retroalimentación y proporcionar los recursos necesarios para que sea posible una adecuada armonía laboral y personal. Un buen líder considera a sus colaboradores personas antes que subordinados.

Robert Stephenson, ingeniero civil inglés, dijo una vez que la manera de conseguir la felicidad es haciendo felices a los demás. Un buen líder, para poder serlo, ha de hacer felices a sus colaboradores y personas allegadas.

El liderazgo es una actitud ante la vida, es un estado de ánimo de excelencia, es encontrar oportunidades en donde los demás encuentran problemas, es hacer con pasión y lograr con humildad.


Si quieres profundizar en el tema, consúltanos. En tu camino hacia el éxito, déjate acompañar por Sombra, Personal Coaching.

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