Tener éxito en una entrevista de trabajo es mucho más fácil si se utilizan instrumentos como la Inteligencia Emocional y la Programación Neurolingüística (PNL).
Herramientas de la Inteligencia Emocional:
* Escucha activa. Es fundamental leer o escuchar con atención la oferta de trabajo que se nos hace, a fin de apostar por aquellas que se ajustan a nuestro perfil. Además, debemos adaptar nuestro CV a la oferta, de manera que resaltemos en él aquello que se considera importante por parte de la empresa que ofrece el puesto.
* Honestidad. Adaptar el CV no quiere decir que mintamos en él. Las mentiras en nuestra historia profesional pueden hacer que en la entrevista estemos más nerviosos de lo normal. Si el CV se ajusta a lo que hemos vivido podremos mostrar una mayor seguridad.
* Neutralidad. Saber gestionar correctamente nuestras emociones es fundamental para mostrarnos, ante el entrevistador, tranquilos y confiados en nuestras posibilidades. Mostrar inseguridad o excesivos nervios no da una buena impresión.
* Gestión del miedo. A pesar de lo que a veces se considera, el miedo es una emoción positiva que nos ayuda a estar atentos. El miedo hay que llevarlo a un lado, acompañándonos, no delante, puesto que nos paralizaría, ni detrás, que nos empujaría.
* Evitar los comentarios inapropiados a la hora de responder a las preguntas del entrevistador. Es fundamental evitar los juicios sobre los trabajos o los “jefes” anteriores, puesto que eso sólo nos descalifica a nosotros mismos.
* Optimismo. Mantener una visión positiva de la vida y de la entrevista que se va a realizar. Un trabajador pesimista o depresivo no es apetecible para una empresa.
* Empatía. Ponerse en la piel del entrevistador es muy interesante. Antes de ir a la entrevista piensa: ¿qué tipo de persona querrán para ese puesto de trabajo? ¿Qué necesitan? Si puedes anticipar lo que el entrevistador quiere podrás ajustarte mejor a sus deseos y conseguir el empleo.
* Escucha activa. Es fundamental leer o escuchar con atención la oferta de trabajo que se nos hace, a fin de apostar por aquellas que se ajustan a nuestro perfil. Además, debemos adaptar nuestro CV a la oferta, de manera que resaltemos en él aquello que se considera importante por parte de la empresa que ofrece el puesto.
* Honestidad. Adaptar el CV no quiere decir que mintamos en él. Las mentiras en nuestra historia profesional pueden hacer que en la entrevista estemos más nerviosos de lo normal. Si el CV se ajusta a lo que hemos vivido podremos mostrar una mayor seguridad.
* Neutralidad. Saber gestionar correctamente nuestras emociones es fundamental para mostrarnos, ante el entrevistador, tranquilos y confiados en nuestras posibilidades. Mostrar inseguridad o excesivos nervios no da una buena impresión.
* Gestión del miedo. A pesar de lo que a veces se considera, el miedo es una emoción positiva que nos ayuda a estar atentos. El miedo hay que llevarlo a un lado, acompañándonos, no delante, puesto que nos paralizaría, ni detrás, que nos empujaría.
* Evitar los comentarios inapropiados a la hora de responder a las preguntas del entrevistador. Es fundamental evitar los juicios sobre los trabajos o los “jefes” anteriores, puesto que eso sólo nos descalifica a nosotros mismos.
* Optimismo. Mantener una visión positiva de la vida y de la entrevista que se va a realizar. Un trabajador pesimista o depresivo no es apetecible para una empresa.
* Empatía. Ponerse en la piel del entrevistador es muy interesante. Antes de ir a la entrevista piensa: ¿qué tipo de persona querrán para ese puesto de trabajo? ¿Qué necesitan? Si puedes anticipar lo que el entrevistador quiere podrás ajustarte mejor a sus deseos y conseguir el empleo.
Herramientas de la Programación Neurolingüística (PNL):
* Gestión de la zona cómoda. El ser humano se encuentra más confortable si conoce el lugar en donde está, por ello, es interesante que, un día previo a la fecha de la entrevista, nos acerquemos hasta el sitio para conocer la calle, la entrada, etc. El día de la entrevista iremos más tranquilos y confiados.
* Visualización. Al igual que los deportistas realizan ejercicios de concentración y visualización, también nosotros podemos prepararnos para la entrevista previamente. Para ello, está bien que, con un proceso de ojos cerrados, nos imaginemos en la entrevista y pensemos en lo que nos vamos a encontrar allí, qué nos van a decir, qué vamos a escuchar, a ver, e incluso imaginarnos, la sensación de tranquilidad que vamos a sentir.
* Anclaje de seguridad o relajación. La PNL nos enseña a “capturar” sensaciones de experiencias pasadas, como la de seguridad o la de relajación, para emplearlas cuando las necesitemos. En una entrevista de trabajo nos puede hacer falta sentir esa seguridad o esa relajación para enfrentarnos a ella con más tranquilidad.
* Calibración y rapport. Durante la entrevista hay dos herramientas básicas de la PNL para utilizar. La calibración consiste en la observación de la otra persona: gestos, postura, respiración, voz y lenguaje; el rapport es ajustar nuestros gestos, postura, respiración, voz y lenguaje al del entrevistador. Cuanto más parecidos seamos a él más le gustaremos en la entrevista.
* Reforzar nuestras creencias potenciadoras y desechar las creencias limitantes. Frases como “yo puedo” o “yo soy capaz” nos apoyan para enfrentarnos a la entrevista con más fuerza. Por el contrario, ideas como: “no me lo van a dar”, “seguro que seleccionan a otro”, no nos ayudan.
* Visualización. Al igual que los deportistas realizan ejercicios de concentración y visualización, también nosotros podemos prepararnos para la entrevista previamente. Para ello, está bien que, con un proceso de ojos cerrados, nos imaginemos en la entrevista y pensemos en lo que nos vamos a encontrar allí, qué nos van a decir, qué vamos a escuchar, a ver, e incluso imaginarnos, la sensación de tranquilidad que vamos a sentir.
* Anclaje de seguridad o relajación. La PNL nos enseña a “capturar” sensaciones de experiencias pasadas, como la de seguridad o la de relajación, para emplearlas cuando las necesitemos. En una entrevista de trabajo nos puede hacer falta sentir esa seguridad o esa relajación para enfrentarnos a ella con más tranquilidad.
* Calibración y rapport. Durante la entrevista hay dos herramientas básicas de la PNL para utilizar. La calibración consiste en la observación de la otra persona: gestos, postura, respiración, voz y lenguaje; el rapport es ajustar nuestros gestos, postura, respiración, voz y lenguaje al del entrevistador. Cuanto más parecidos seamos a él más le gustaremos en la entrevista.
* Reforzar nuestras creencias potenciadoras y desechar las creencias limitantes. Frases como “yo puedo” o “yo soy capaz” nos apoyan para enfrentarnos a la entrevista con más fuerza. Por el contrario, ideas como: “no me lo van a dar”, “seguro que seleccionan a otro”, no nos ayudan.
No te pierdas mañana la segunda parte de este artículo.
Si quieres profundizar en el tema, consúltanos. En tu camino hacia el éxito, déjate acompañar por Sombra, Personal Coaching.
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