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miércoles, 9 de noviembre de 2011

Inteligencia verbal-lingüística por Claudia López Vargas


Capacidades involucradas en la inteligencia verbal-lingüística: comprensión del significado de las palabras y de las oraciones (orden de las palabras), riqueza de vocabulario. Se manifiesta en actividades tales como: conversar con alguien acerca de cómo realizar cierta actividad, explicar algo, aprender una historia, entender el humor de un chiste, memorizar un nombre y también a través del análisis metalingüístico (análisis del lenguaje).
Esta forma de inteligencia se estimula por medio del lenguaje oral (hablar con una persona y utilizar el lenguaje en general), o de leer las ideas, historias o poesías de otros; o de escribir las propias ideas, pensamientos o poesías; o también por diversos tipos de humor, como jugar con palabras, crucigramas y doble significado del lenguaje. Las áreas del cerebro que participan en esta forma de inteligencia incluyen las zonas temporales del hemisferio izquierdo.
Esta forma de inteligencia se desarrolla por medio del balbuceo, el aprendizaje de palabras, las combinaciones de sonidos y la lectura. Incluye la escritura creativa, inventar historias, creación y apreciación de poesía, debate oral, uso y utilización del lenguaje figurativo, conversación metalingüística.
Las personas con una alta inteligencia verbal prefieren actividades profesionales tales como la literatura, el periodismo y el derecho. Pueden ser novelistas, oradores, poetas y locutores. Los grandes escritores como Octavio Paz, Gabriel García Márquez o T.S. Elliot, poseen una alta inteligencia verbal y un gran manejo del lenguaje.
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1 comentario:

José Manuel Ruiz Regil dijo...

Muy conveniente desarrollar esta actividad, pues pensamos en palabras. Y para debatir se necesita tener conceptos. Es importante pasar del lenguaje transaccional (el de todos los días, el práctico, el que nos sirve para conseguir las cosas de la supervivencia) al metalenguaje, que es donde se crea conocimiento y se amplía la conciencia. La lectura de poesía y la escucha activa de la música favorecen estas abstracciones.